La mitología griega está llena de historias, leyendas o mitos que basan su trama en los distintos animales mitológicos, titanes, héroes y dioses, entre los cuales destacan sobre todo los dioses del Olimpo, entre los cuales podemos destacar sobre todo a los 3 dioses más importantes, que son Zeus (Júpiter en la mitología romana) dios de los cielos y del rayo, el cual es también el rey del Olimpo y gobierna sobre los otros dioses, Poseidón (Neptuno en la mitología romana) dios de los mares y los terremotos y Hades (Plutón en la mitología romana), que es el dios del inframundo y por tanto de las almas de los muertos.
Dioses que al ser los más importantes hemos visto referenciados en multitud de sitios, y sobre los que hemos oído multitud de historias, sin embargo, también hay otros dioses menos importantes o conocidos, los cuales son muy importantes. Y uno de esos dioses, o en este caso diosas de la mitología griega y romana de las cuales hemos oído hablar poco, es la diosa Selene, también conocida en la mitología romana como Luna, y a la cual se la considera la diosa de la luna.
Selene o Luna es hija de los titanes Hiperión (cuyo nombre es el mismo en ambas mitologías) y Tea (Eurifaesa en la mitología romana) considerada también como la diosa de la vista. Selene o Luna es hermana gemela de Helios (Sol en la mitología romana) el dios del sol y hermana de Eos (Aurora en la mitología romana) la diosa de la aurora. Selene solía ser representada en las obras de arte como una mujer de gran belleza y piel muy blanca, la cual solía conducir un carro de plata arrastrado por 2 bueyes blancos o 2 caballos. También solía ser representada sobre un caballo o un toro, vestida con una túnica, y portando en la cabeza una corona o gorro con forma de media luna y llevando en la mano una antorcha.
Debido a la gran belleza de la diosa de la luna Selene, cuenta la leyenda que esta disfrutaba de un gran número de amantes, lo que también le llevo a tener descendencia en alguna que otra ocasión, como por ejemplo el león de Nemea, famoso por ser el primer trabajo al que se enfrenta Heracles (Hércules en la mitología romana) para redimirse de sus pecados, es en teoría un hijo de Selene con el dios del Olimpo, el cielo y los rayos Zeus.
Relación de la cual también surgió la diosa que representa la luna llena llamada Pandia. También tuvo una relación con un fauno (un ser fantástico medio hombre y medio cabra), al cual se conocía como el dios o semidios de los pastores y los rebaños llamado Pan, el cual le regalo una manada de bueyes blancos, motivo por el cual es representada a veces yendo en un carro que es arrastrado por este peculiar anima. Sin embargo, no es su historia de amor más famosa, sino que hay una historia de amor de Selene mucho más conocida y que os cuento justo a continuación.
La historia de amor entre la diosa de la luna Selene y el pastor Endimión:
En una de las historias de amor más bonitas de la mitología griega y romana, Endimión, fue un antiguo rey, al que cuando lo destronaron decidió irse a la montaña para estar solo, lugar donde la única compañía que tendría seria su rebaño por el día, y por la noche la luz de la luna. Tras todo el día trabajando, Endimión se dedicaba a descansar por la noche observando durante cierto tiempo la belleza de la luna, tras lo cual se acostaba a dormir en una cueva hasta el día siguiente.
Cada día que pasaba Endimión se sentía más y más atraído por la belleza de luna, una atracción que cada día se fuel volviendo más que una afición, una obsesión comparable a la que un hombre siente por una mujer de la que se ha enamorado, motivo por el cual no había una noche en la que Endimión no se quedara observando la luna. Una noche en la que Endimión estaba dormido en la cueva de la montaña en la que vivía, la diosa Selene paso cabalgando los cielos montada en su carro de plata, del cual tiraban dos bueyes blancos.
Fue precisamente en este momento que su luz entro en la cueva donde dormía Endimión, que a través de dicha luz Selene pudo observar el cuerpo de un bello y joven pastor, del cual quedo enamorada en el mismo instante, motivo por el cual se decidió acurrucarse a su lado y dormir con el sin que este se despertara. Estando de esta formar Endimión enamorado de ella y Selene enamorada de él, observándose todos los días el uno al otro, sin saber que el otro estaba también enamorado del contrario y que deseaban estar juntos.
Hasta que un día Selene decidió besar al dormido Endimión, y justo cuando sus labios rozaron los del joven pastor, este se despertó descubriéndose así por fin el amor que los dos sentían por el otro y empezado una bonita relación, donde todas las noches disfrutaban de su amor. Pero el tiempo fue pasando, y sus efectos sobre el mortal Endimión empezaron a notarse, ya que este empezó a envejecer como hacen todos los mortales, mientras que Selene seguía tan joven y hermosa como siempre, ya que como diosa era inmortal y no le afectaba el paso el tiempo.
Fue por ese problema que Endimión le pidió a Selene 2 deseos, el primero de ellos era poder permanecer joven por siempre, y el segundo el de dormir de forma eterna, despertándose solo cuando esta apareciera a su lado cada noche. Selene que no tenía dicho poder, fue a implorarle al dios supremo de los cielos y el Olimpo Zeus, que por favor le concediese esos deseos, el cual al ver una historia de amor tan preciosa como la suya decidió concederles, y así desde entonces Selene y Endimión disfrutan de su amor todas las noches juntos para toda la eternidad.
Y hasta aquí la historia entre Endimión y Selene o Luna, espero que os haya gustado la historia y el articulo en general, de la misma forma también espero que se s hayan resuelto todas las dudas sobre la diosa de la luna Selene, aunque si tenéis alguna duda o un dato más que aportar, no dudéis en hacerlo a través de un comentario, el cual yo os contestare en cuanto lo lea. A continuación, os voy a dejar unos enlaces a otros artículos relacionados con este, que creo que pueden ser de vuestro interés, muchas gracias por vuestra visita y espero que volváis a visitarme muy pronto.