En la mitología griega y romana, Hécate es una titanide muy poderosa, de hecho, es la única titanide o diosa con poder sobre los cielos, la tierra y el inframundo al mismo tiempo, lo cual es mucho si tenemos en cuenta que los únicos dioses que tenían poder sobre los cielos y el inframundo eran 2 de los hermanos y dioses supremos, siendo Zeus dios del olimpo, de los cielos y del rayo (conocido como Júpiter en la romana y Hades dios del inframundo (Plutón en la romana), siendo Zeus el más poderoso y el rey de todos los dioses del olimpo.
Hécate se la considera la diosa de los cruces de caminos, la luz purificadora, la magia, la brujería, del conocimiento de hierbas y plantas venenosas y guardiana de la frontera entre el mundo de los humanos y los espíritus, sobre los cuales tiene el poder de decidir cuáles van al tártaro (el infierno en la mitología griega y romana), y cuales a los campos Elisios (el cielo en la mitología griega y romana), también era considerada la madre de los ángeles. Por lo que era una diosa muy venerada por las brujas, los magos, los videntes, los hechiceros o hechiceras y también por los hogares, ya que utilizaba su poder para alejar a los malos espíritus de estas y para conceder todos los favores que las personas le pedían en sus oraciones.
Hay distintas historias sobre los orígenes de la diosa o titanide Hécate, tanto en la mitología griega y romana, donde a veces se la considera una titan, la única que sobrevivió a la guerra de los dioses contra los titanes, al haberse posicionado desde un primer momento de la parte de Zeus y cuya vida ayudo a salvar cuando tan solo era un bebe. Hasta más adelante donde se extendió la idea de que era una diosa menor hija de Zeus, cosa que se empezó a extender para no eclipsar a otra gran diosa muy querida de la mitología griega como era Hestia, con quien compartía entre otros muchos poderes y funciones la protección de los hogares, y por tanto era receptora de su amor y sus plegarias.
Y también se quería evitar eclipsar a la diosa Artemisa (Diana en la mitología romana), con quien compartía la representación de alguna de las fases de la luna. Pero no solo sus orígenes eran muy discutidos dentro de la mitología griega y romana, sino que se piensa y se relaciona su origen incluso hasta los inicios del antiguo Egipto, donde Hécate seria solo la evolución del nombre de la diosa egipcia Hequit, Heket o Hekat, ya considerada por aquel entonces como un símbolo del feminismo y del matriarcado. Hécate era la hija de la titanide Asteria y del titan Perses.
Quién es la diosa Hécate, Hequit, Heket o Hekat en la mitología griega y romana:
Hécate solía ser representada en pinturas y estatuas portando un par de antorchas, con las que se dice iluminaba los caminos oscuros para ayudar a la gente, o una llave probablemente debido a que era la guardiana de la puerta entre el mundo de los vivos y de los muertos, su representación animal era la de un perro, pero por lo que se la solía representar como una diosa triple, pintándola o fabricando sus estatuas como tres mujeres en una, tres cuerpos de mujer pero con tres cabezas: de perro, caballo y oso aunque a veces también lo hacían con las cabezas de un perro, una serpiente y un león.
Ello se debe a que Hécate estaba muy relacionada de forma continua con una triple representación, dándole significado al poder de 3 cosas interrelacionadas. Lo que hizo, que, tanto en la antigüedad como en la actualidad, Hécate sea un símbolo del poder femenino, el matriarcado o el feminismo, siendo también conocida como la Madre Primigenia, la madre de todo.
Su principal triple representación se basa en las 3 etapas de la luna, que al mismo tiempo se relacionan con las 3 etapas de la vida de una mujer, siendo la hija la luna creciente, la Madre la luna llena y la Anciana la luna menguante. También se la presenta como la diosa del cielo, la tierra y el submundo como otra triple representación, aunque en realidad es diosa de muchas más cosas como habéis podido comprobar anteriormente al inicio del artículo.
Hécate era en origen una diosa benévola, que cuidaba de los hogares alejando a los malos espíritus, y concediendo a todo aquel que le rezaba pidiéndole ayuda, aquello que le pedían. Sin embargo, con el tiempo, y ya en la mitología romana primero y durante el cristianismo después, su imagen fue desvirtuada a propósito, con el fin de no afectar a la imagen de otros dioses muy venerados en la mitología griega y romana.
Y es que Hécate era una diosa o titanide muy venerada por los hogares y por tanto considerada una diosa del hogar, al igual que lo era Hestia también conocida como Vesta en la mitología romana. Pero también ocupaba áreas de poder asignadas a otras diosas como la representación de la luna creciente que representaba Artemis o la luna llena que representaba Selene también llamada Luna en la mitología romana.
Teniendo en cuenta que Hécate era la diosa de brujas, magos, hechiceros y videntes, el cristianismo la relaciono como todo lo que estaba relacionado con la magia como una diosa satánica, llegándola incluso a representar como Lilith (madre de demonios y diosa de la oscuridad) y a Lucifer (Satanás o el Demonio) e incluso a los vampiros. Pero nada más lejos de la realidad, si no que como ya hemos descrito Hécate en origen era una diosa totalmente benévola, y todos los aspectos negativos, oscuros y malévolos surgieron después como método para distorsionar su imagen por parte de la misma y otras religiones que querían desincentivar su culto.
Los adoradores de Hécate en la mitología griega le dedicaban fiestas y ritos en dos días muy específicos, siendo uno el 13 de agosto y otro el 30 de noviembre, mientras en la mitología romana lo hacían el 29 de cada mes, considerándose en ambas mitologías griegas y romanas como días sagrados de la diosa Hécate, algo así como el 25 de diciembre o la semana santa para los cristianos. En estas fiestas se le solían hacer ofrendas como dejar carne en las encrucijadas de caminos y en algún caso le sacrificaban perros en honor a Hécate, ya que la representación animal de la diosa Hécate era precisamente un perro.
Y hasta aquí todo lo que os puedo contar de la diosa o titanide Hécate, probablemente la diosa más poderosa de toda la mitología griega y romana, espero que os haya gustado el articulo y que haya resuelto vuestras dudas, pero si aun os quedara alguna no dudéis en escribirla a través de un comentario, el cual yo os contestare en cuanto lo lea, así como cualquier opinión que tengáis que siempre es bienvenida y deseada. A continuación, os voy a dejar unos enlaces a otros artículos relacionados con este, que creo que pueden ser de vuestro interés, muchas gracias por vuestra visita y espero que volváis a visitarme muy pronto.