De los muchos electrodomésticos que tenemos, hay uno que sin duda es el más complicado de limpiar, y es precisamente uno de los que más se ensucian de todos, y ese electrodoméstico es sin duda el horno. Un electrodoméstico que nos permite cocinar un gran número de platos de forma sencilla, ya que solo es meter aquello que queramos cocinar, poner el programa adecuado y esperar ¿fácil no?.
Sin embargo, con el paso de los días y su uso continuado, el horno va llenándose de grasa por todas sus paredes, a lo que hay que sumar pequeñas gotas o restos que se nos caen al fondo del horno cuando metemos algunos de los platos que cocinamos, restos que se carbonizan y se quedan pegados totalmente y que todo junto se convierte en una suciedad incrustada que es casi imposible de quitar.
Es por ese motivo por el cual distintas marcas han empezado a sacar hornos con tecnologías de autolimpieza como la pirolisis, el aquaclean o aqualisis, que permiten una limpieza rápida y sin esfuerzo del horno. Pero no todos tenemos la suerte de tener un horno moderno con esas tecnologías, o simplemente no queremos gastar toda la luz que consume la pirolisis que es una pasada, y hay que controlar el gasto de la factura de la luz.
Es por eso que a continuación, os voy a dejar un truco o consejo para que sea cual sea vuestro modelo de horno, podáis limpiarlo de forma rápida y sencilla, truco que además lo podréis llevar a cabo sin utilizar ningún producto químico caro, ni abrasivo que vendan en el supermercado, sino que se realiza con cosas que tenemos por casa y que solemos desconocer su gran poder limpiados, así que no os hago esperar más y paso a describíroslo.
Cómo limpiar la suciedad incrustada del horno de forma rápida y sencilla (2 trucos distintos):
1º Truco: La primera forma de limpiar nuestro horno de forma rápida y sencilla, es coger un cuenco que soporte el calor de unos 150 grados centígrados, y ponemos en el 3 o 4 cucharadas soperas de bicarbonato sódico, medio vaso de agua y otro medio vaso de vinagre blanco, que en cantidades exactas sería más o menos unos 40 gramos de bicarbonato sódico, 150 mililitros de agua y otros 150 mililitros de vinagre blanco.
Tanto el vinagre blanco, como el bicarbonato sódico, son a la vez desengrasantes y desinfectantes de forma natural, lo que hace que juntos sean un gran limpiador de hornos y otros electrodomésticos de cocina, además el vinagre da brillo a cualquier superficie de acero.
Hay que tener cuidado al echar el vinagre blanco, ya que este reacciona con el bicarbonato sódico y se nos puede salir del cuenco o recipiente donde lo hayamos puesto. Una vez hayamos puesto todos estos ingredientes en el cuenco, lo removemos todo bien con una cuchara, hasta que quede bien mezclado.
Acto seguido, con ayuda de una esponja de las que tienen estropajo de los que no rallan, bien porque este desgastado, o bien por que sea de esos específicos que no rallan, lo mojamos en la mezcla de vinagre, agua y bicarbonato y vamos empapando hasta el último rincón del horno, mojando la esponja tantas veces sea necesario.
Una vez todo el horno este empapado por la mezcla, ponemos el cuenco con el resto de la mezcla en una bandeja en el medio del horno, lo tapamos y encendemos el horno programándolo a una temperatura de 100º grados centígrados y lo dejamos aproximadamente 45 minutos así.
Pasados esos 45 minutos, apagamos el horno, lo abrimos con cuidado de no quemarnos con el vapor que saldrá, lo dejamos enfriar unos 5 minutos, y cuando aún está caliente eliminamos la suciedad pasando solo la esponja (enjuagándola las veces que sea necesario), tal y como se ve en el siguiente video, que os dejo de ejemplo.
2º Truco: Este truco es muy parecido al primero y usaremos casi los mismos ingredientes, en este caso cogeremos también un bol o recipiente, pondremos 150 mililitros de vinagre blanco y 40 gramos de bicarbonato sódico, tras lo cual lo removemos todo bien hasta que nos quede una pasta algo liquida.
Cuando ya tengamos la pasta semilíquida, con una esponja o estropajo que no ralle, vamos mojándolo en la mezcla y aplicándolo por todo el horno, poniendo un poco más de cantidad en aquellas zonas donde hay más suciedad incrustada, tras lo cual cerramos el horno y dejamos que la mezcla actúe durante varias horas, hay gente que lo deja hasta 12 horas, pero con 6 horas suele ser suficiente.
Una vez ha pasado el tiempo indicado, abrimos el horno y con el mismo estropajo de los que no rallan, con el que habíamos aplicado la mezcla, lo pasamos de nuevo limpio y veremos como la suciedad se va fácilmente (enjuagándolo las veces que sea necesario).
Como veis es muy fácil limpiar el horno con este par de trucos, aunque si vuestro horno tuviera un problema muy grave de suciedad, también podríais acabar escogiendo un producto de limpieza específico para estos casos, aunque si se puede evitar mejor que mejor, yo con estos trucos lo limpio sin problemas, aunque también es cierto que nunca dejo que acabe muy sucio, sino que le hago cada poco tiempo una limpieza básica para evitar que llegue a incrustarse mucho la grasa.
En fin, espero que os hayan servido de ayuda mis consejos y trucos que hoy os he explicado, si os quedara alguna duda o simplemente queréis opinar, hacerlo a través de un comentario, el cual yo os contestare en cuanto lo lea. A continuación, os voy a dejar unos enlaces a otros artículos relacionados con este que pueden ser de vuestro interés, muchas gracias por vuestra visita y espero que volváis a visitarme muy pronto.
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